ANTILLAS, FALSOS POSTALES DE 1871

En el año 1871, se pone en circulación una nueva emisión de sellos para los cuatro territorios españoles de las Antillas (Mar Caribe). Dicha emisión constaba de cuatro valores, que representaban las tarifas postales de la época, el 12 céntimos (Un.25 de Cuba), para el correo local de La Habana, y su utilización quedó restringida a dicha capital, en cuanto a los valores de 25 y 50 céntimos (Un. 22 y 23 Antillas), además del 1 peseta (Un.24) circularon en Cuba y Puerto Rico indistintamente.

    Hay datos curiosos y dignos de tener en cuanta en esta emisión. El primero de ellos es que los valores están expresados en pesetas o fracciones de esta, céntimos, la nueva unidad monetaria. El segundo es la alegoría representada en el sello, inspirada posiblemente del antiguo símbolo de la Bética, que ya reflejaron los romanos en sus monedas en honor al emperador Adriano.
    Estudiando ambos datos no cabe duda que se adelantó la perla antillana (Cuba) a la metrópoli. Ya que habría que esperar a la emisión del nuevo Rey de España, Amadeo I de Saboya del año 1872, para ver reflejada en los sellos la nueva moneda nacional, la Peseta.
    Referente al diseño del sello, se rompe la norma habitual empleada hasta entonces, de utilizar para las colonias el mismo grabado que se utilizaba en los sellos de España, cambiando únicamente los colores y los cartuchos, superior e inferior del mismo, en el superior se sustituían las palabras "CORREOS" o "COMUNICACIONES" por la de "ULTRAMAR" y en el inferior los valores de las tarifas postales vigentes en las colonias. No fue hasta la proclamación de la I República en 1873, cuando se pudo ver dicha alegoría en los sellos de España. El porque se utilizó dicho diseño, primero en las colonias y posteriormente en España, es algo que no se sabe con certeza, posiblemente la proclamación de Amadeo I como rey de España, tuvo mucho que ver en el aplazamiento y posterior utilización del diseño realizado por Eugenio Juliá, representado por una dama sentada y con una rama de olivo en la mano, este tiene más connotación de un régimen republicano que de monárquico.
    De todos los valores de que consta la serie, dos se falsificaron postalmente con el mismo diseño, se trata del 25 céntimos ultramar y el 50 céntimos verde (Un. 22 y 23 de Antillas). Del 25 céntimos no se aprecian diferencias (es un sello muy raro). Sí las hay del 50 céntimos, color verde.
    El sello genuino de 50 céntimos es corriente tanto en nuevo como en usado, encontrándose en diferentes tonalidades de color y sobre diferentes gruesos de papel. En cuanto al falso postal, es frecuente encontrarlo en nuevo y es raro usado por el correo. Este falso postal es un diseño original bastante bien ejecutado y se imprimió en litografía, su impresión fue
esmerada si la comparamos con anteriores falsificaciones, diseño y tono de tinta empleada en la misma, le dan un aspecto aceptable para el ojo profano. El porqué existen dos tipos de este falso postal no se acaba de comprender, ya que su utilización para defraudar al correo fue bastante limitada, si tenemos en cuenta los pocos ejemplares conocidos usados para este fin. Cabe la posibilidad de que los falsificadores tuvieran la intención de aprovechar el canje de la emisión, o sea, cambiar su falsificación por los sellos legítimos del año 1873.
 
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